Sospechas certeras
Laura Fernández-Montesinos Salamanca
La era de las comunicaciones, la que creímos respondería a la imoperiosa necesidad de veracidad informativa, sigue siendo el
instrumento de sesgo y desinformación del poder, con el que continuar la
explotación, extorsión y manipulación del pueblo.
La muerte del joven Mohammed Merah, supuesto asesino
de Toulousse, tiene más tintes de novela policíaca que de realidad democrática.
La violencia con que fue atacado en el apartamento donde se atrincheró es
inusitada y devastadora. Los cráteres, producto de los impactos, de tamaño
impresionante, ha dejado perpleja a la opinión pública francesa, pero mucho más
la respuesta del canciller de la diplomacia francesa, Alain Juppé, al padre del
supuesto asesino: “si fuera el padre de un monstruo semejante me callaría”; y la
aberrante indignación del presidente
Sarkozy, ante estas palabras del padre: “podían haberlo anestesiado, pero
prefirieron matarlo”, exactamente lo que los ciudadanos hubiésemos esperado de
un país supuestamente democrático, en lugar de la desproporcionada violencia,
más propia de los bélicos Estados Unidos que de un país Europeo.
Es inaudito que las fuerzas de élite se vieran en la
“necesidad” de asesinar a un joven de 23 años atrincherado durante más de 36
horas en un apartamento destrozado a tiros, cuando pretendía escapar colgándose
de una ventana. Parece una burla del tamaño del asesinato de bin Ladden (sin
cuerpo, evidencia, juicio ni motivo, en clara injerencia de Estados Unidos
sobre la soberanía de Pakistán. Justo donde, también en extrañas
circunstancias, se había asesinado a Benazir Bhutto, expresidenta de este país).
El de Gaddafi, supuestamente muerto a manos de los rebeldes, a pesar de la
presencia de la OTAN, supuestamente todopoderosa. El absurdo e indignante
proceso a Saddam Hussein… Curiosamente todos ellos antiguos aliados de las
potencias, pero cuyo conocimiento e información sobre los imperios, habría
podido ponerlos en serios aprietos. ¿Por qué a Merah del mismo modo? ¿Tendría
también información o era un yihadista entrenado para “uso gubernamental”?
Si los terroristas responsables de los atentados en
Madrid pudieron capturarse vivos tras una operación mucho más delicada por la
peligrosidad y el número de individuos ¿Cómo es posible que no pudiesen
capturar a un joven de 23 años menos experimentado?
Si Merah era efectivamente un yihaddista, actuó en
un momento sumamente oportuno para solapar las atrocidades genocidas que se
estuvieron cometiendo días antes sobre los Palestinos de Gaza por las
autoridades israelíes. Entonces… hay una cuestión que pareciera propiciar un
suceso de índole tan barbárica. Las críticas a un gobierno israelí cada vez más
solo en el contexto mundial, pero a su vez cada vez más criminal, se han
convertido en lamentos por la muerte de estos siete inocentes. Lo más espinoso
es llegar a sospechar de un supuesto complot. ¿Quién sería capaz de semejante
atrocidad para acallar a la opinión pública o salvar unas elecciones? Desgraciadamente
observamos con pasmo e incredulidad que siguen siendo capaces. Tragedias
similares han provocado estallidos de ansiadas guerras o han cerrado bocas
peligrosas.
Por otra parte y casi al mismo truculento y
sospechoso tiempo, las ONG acusan a los rebeldes sirios de haber sido los
victimarios de inocentes… No cabría duda, dado que desde ambos bandos se
cometen atrocidades sin límites en situaciones de tal naturaleza, si no fuese
por poder corrupto de la información. (Los arsenales nucleares de Irak que
excusaron la invasión son la mejor muestra) Y de repente, Bashar al-Assad no es
tan genocida. ¿Cuál será su poder? ¿Información? ¿Ofertas geoestratégicas para
las potencias? ¿Recursos?... e Israel, país fronterizo que ha amenazado
reiteradamente sus límites, ¿tendría algo que ganar? Indudablemente
sí.
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