jueves, 5 de abril de 2012

Chomsky. El objetivo de la educación y las elecciones en México

Chomsky. El objetivo de la educación y las elecciones en México

Anel Guadalupe Montero Díaz
@Anelin00
jue 5 abr 2012

Me permito compartir con usted, estimado lector, las reflexiones acerca del campo educativo que Noam Chomsky construye desde su propia visión del mundo.
“La paja es para los bueyes”, dicen algunos “si no eres capaz de explicárselo a tu abuela, es que tú tampoco lo entiendes” dice Einstein y ese es el aporte de Chomsky: va al grano.
Chomsky obliga a aterrizar las prioridades de la educación hoy en día, en el contexto de la sociedad de la (des)información, la memorización, la mecanización de la razón y la alienación que proviene de los mass media.
Por eso, dice Chomsky, es imperativo que la educación forme pensadores, Ícaros[i] que se atrevan a cuestionar el establishment de la academia, la zona de confort del sentido común y la nomenklatura de aquellos que hacen usufructo del conocimiento, la religión y la ciencia como en el Egipto de hace tres mil años.
No es posible, afirma Noam, formar libre pensadores sin cuestionar al poder ni a las propias incertidumbres. Pensar, lo he afirmado antes[ii], no es un verbo inofensivo, sino un deporte extremo.
No hay adoctrinamiento posible, venta de votos, corrupción e impunidad que valga en un ciudadano formado como librepensador.
Si un profesor enseña a sus alumnos, como lo hizo Freire, a leer su realidad, para poder transformarla, entonces no hay posibilidad de adoctrinamiento, alienación o domesticación alguna.
Bajo ese esquema, las “verdades oficiales” no solamente no existen, sino que constituyen el punto de partida para desmontar el análisis de la realidad a través de las estructuras oxidadas y anacrónicas de un poder que se sostiene a base de la manipulación de mentes convenientemente dormidas, apagadas en un letargo del que posiblemente jamás despertarán.
¿Y qué pasa con la RIEB (Reforma Integral de la Educación Básica) promovida por la lideresa magisterial Elba Esther Gordillo en función de los requerimientos de la OCDE y del Banco Mundial?
Nuestro sistema educativo está diseñado para aniquilar al genio[iii]. Cuestionar no solamente está prohibido, sino que representa una competencia no prevista en los nuevos planes y programas de estudio.
Nadie puede dar una explicación racional al hecho de que la señora Gordillo fue la responsable de implementar en 1994 la reforma educativa promovida por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, que 22 años después formó bachilleres que, según la prueba PISA, son incapaces de extraer la idea principal de un texto.
70 años de gobiernos más la denominada “transición democrática” que ha formado ciudadanos que no tienen empacho en vender o transar el voto, que privilegian el bien individual sobre el común y que buscan acceder al poder para servirse, no para servir.
¿A quién conviene que las cosas sigan igual?
Todavía hay quien se sorprende de que en estos momentos, el candidato del PRI a la presidencia de la república, sea el virtual ganador de la contienda, sin un contrincante a la medida.
Me viene a la mente ahora el señor Macario Schettino y la “conferencia magistral”[iv] que impartió en mi ciudad, donde se atrevió a afirmar que (a pesar de presentarse como un analista multidisciplinario) la educación es un factor que no influye en sus análisis y planteamientos, porque es muy complicado el problema. “Nadie puede arreglar eso”, afirmó. “Y con Elba, todavía podemos entendernos, sin ella ¿con quién vamos a negociar?” (cita textual).
Hoy, la RIEB es otro más de sus “logros”, encabezado por su yerno, el entonces subsecretario de educación básica, Fernando González; reforma que, según Antoni Zavala, si se opera en condiciones ideales, en 30 años estará produciendo alumnos competentes.
Robert Hooke escribió: “si he visto más lejos, es porque estoy sentado sobre los hombros de gigantes”. Chomsky es uno de ellos. Ver a través de sus ojos es comprender que la educación hará libre al hombre o no será concebida como tal.
Me permito entonces compartir una parte de la charla de Noam Chomsky “El objetivo de la educación”[v]
“Podemos preguntarnos cuál es el propósito de un sistema educativo y por supuesto hay marcadas diferencias en este tema. Hay la tradicional, una interpretación que proviene de la ilustración , que sostiene que el objetivo más alto en la vida es investigar y crear, buscar la riqueza del pasado, tratar de interiorizar las partes que son significativas para uno, continuar la búsqueda para comprender más a nuestra manera.
Desde ese punto de vista, el propósito de la educación es mostrar a la gente cómo aprender por sí mismos.
Es uno mismo el aprendiz que va a realizar logros durante la educación y por tanto, depende de uno cuánto logremos dominar, a dónde lleguemos, cómo usemos ese conocimiento, cómo logremos producir algo nuevo y excitante para nosotros mismos y tal vez para otros.
Ese es un concepto de educación.
El otro concepto es, esencialmente, adoctrinamiento.
Algunas personas tienen la idea de que, desde la infancia, los jóvenes tienen que ser colocados dentro de un marco de referencia en el que acatarán órdenes, aceptarán estructuras sin cuestionar, etcétera y esto es con frecuencia, bastante explícito.
Por ejemplo, después del activismo de los años 60, había mucha preocupación en gran parte de la gente educada, porque los jóvenes se estaban volviendo demasiado libres e independientes, que el país se estaba volviendo demasiado democrático y cosas por el estilo, y de hecho hay un estudio importante que es llamado “La crisis de la democracia”, demasiada democracia, que afirma que hay ciertas instituciones responsables por el adoctrinamiento de los jóvenes -la frase es de ellos- que no están haciendo su trabajo adecuadamente.
Se refieren a escuelas, universidades, iglesias, que tienen que ser modificadas para que lleven a cabo su trabajo de adoctrinamiento y control con más eficiencia, esa idea proviene de hecho de liberales internacionalistas, de gente altamente educada y de hecho, desde ese tiempo se han tomado medidas para tratar de convertir el sistema educativo hacia uno con mayor control, más adoctrinamiento, más formación vocacional, con estudios tan costosos que endeudan a sus estudiantes y los atrapan en una vida de conformidad.
Eso es exactamente lo contrario de lo que yo describo como una tradición proveniente de la ilustración.
Y hay una lucha constante entre estos dos enfoques en las universidades y las escuelas, ya sea que se les entrena para pasar exámenes o bien para la investigación creativa (…)”
Entonces, estimado lector, la idea que he estado planteando a través de mis artículos sigue más vigente que nunca:
¿conviene a nuestros gobernantes, a la clase política y a todos aquellos beneficiados con el statu quo emanado del sistema, formar ciudadanos críticos, analíticos y reflexivos?
¿Usted qué opina, estimado lector?


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